El auge continuado de la novela histórica en 2025
Escribir una buena novela histórica que enganche a los lectores es un reto: las mesas de novedades están llenas de propuestas entre las que hay que decidir y eso obliga a los autores a esforzarse porque su texto destaque sobre el resto.
Como dice la autora estadounidense Mary Pope Osborne, “la novela histórica nos da perspectiva sobre nuestras vidas modernas y nos ayuda a conectar con la historia, que somos nosotros mismos”. Por eso, este tipo de textos son los que más llegan a nuestro servicio de impresión de novelas.
Te hablamos del auge del género, la aparición de subgéneros como la novela romántica histórica y qué debes tener en cuenta para escribir una buena historia de este tipo.
Sin duda, este año ha sido un buen momento para el género: la novela histórica en 2025 continúa siendo muy demandada.
Además, los analistas y críticos del sector observan un cambio de tendencia desde los escenarios más explotados, como la II Guerra Mundial o la Guerra Civil, hacia “historias ocultas, nostalgias contemporáneas y pasados poco explorados”, según explican desde sellos especializados como Westbrae Literary Group.
Novela histórica vs. novela romántica histórica
A la hora de afrontar la escritura de una novela de este género, la mayor parte de autores tiene que tomar una decisión entre escribir una novela histórica puramente o seguir los patrones de alguno de los subgéneros más populares.
Sin lugar a dudas, el que más atención está atrayendo en estos momentos es el de la novela romántica histórica.
Los autores de novela romántica histórica utilizan el pasado como marco o escenario en el que se desarrolla una historia principal basada en un romance. Fenómenos recientes como el de Los Bridgerton demuestran el interés que tienen estos relatos entre lectores de todos los países y edades.
La principal diferencia entre novela romántica, novela histórica y novela romántica histórica es precisamente la elección temporal en la que se sitúa a los personajes.
Además, en muchos casos se suelen tomar biografías reales o incluso situar a protagonistas ficticios en hechos que han pasado de verdad como guerras, cortes de ciertas monarquías, etc.
Tanto quienes toman como referencia la novela histórica más pura como quien opta por este subgénero tan aclamado pueden hacer un excelente trabajo que sea bien recibido por los lectores. Lo importante es tener en cuenta algunos puntos para desarrollar bien la trama.
¿Qué debes tener en cuenta a la hora de escribir una novela histórica?
Escribir una novela histórica exige de un trabajo de documentación, planificación y fidelidad a los marcos elegidos que resulta clave para dar realismo al texto y atrapar verdaderamente al lector.
En ese sentido, se requiere que los autores de novela histórica trabajen con conceptos como los siguientes:
- Historia alterna/alternativa: se trata de una estrategia que toma hechos reales y los modifica en favor de la trama, para ofrecer al lector una fantasía de mundos paralelos con el real.
- Romance histórico y romance de época: el primero se basa, de nuevo, en escenarios reales, donde la relación de pareja se inserta en hechos conocidos; por el contrario, el romance de época simplemente sitúa a los personajes en una época pasada.
Con estas claves, es mucho más sencillo diseñar el guion o el storytelling de la novela y conseguir un buen texto final.
Las emociones humanas a lo largo de los siglos
Lo interesante de la novela histórica o el romance histórico es que demuestra que, desde el inicio de las civilizaciones, el ser humano se ha movido por los mismos sentimientos de deseo, pasión, desengaño y dolor respecto a las relaciones de pareja.
Esto es justo lo que los lectores buscan en las novelas históricas que merecen la pena y que te atrapan desde la primera hasta la última página.
Si tu historia cumple con estos requisitos, puedes profundizar más sobre cómo escribir una novela romántica que atrape al lector antes de maquetarla e imprimirla para entregársela al mundo. Nosotros podemos ayudarte con esa tarea, así que, contáctanos sin ningún compromiso.
