La lectura de los grandes maestros de la literatura es la herramienta principal para que los escritores contemporáneos aprendan a escribir buenas historias. Genios como Shakespeare, Borges, Emily Brontë o Chéjov dejan, en sus propios relatos y novelas, constantes recursos de verdadero interés a la hora de construir interesantes narraciones.
Una de las más interesantes, y que vemos aplicada en muchos de los autores que optan por maquetar e imprimir sus novelas con nosotros, es el arma de Chéjov. ¿En qué consiste este recurso literario basado en el escritor ruso?
Qué es el arma de Chéjov
El arma de Chéjov es un planteamiento narrativo que establece que todo elemento, artículo o personaje que aparezca en una narración debe contribuir a la construcción del propio relato. Aquello que no cumpla con estas características debe ser eliminado por irrelevante.
El propio escritor y médico ruso hacía referencia a esto del siguiente modo: explicaba que, si un relato citaba que había un rifle en la sala, ese rifle tendría que ser disparado, inevitablemente, en algún momento.
De este modo, el autor de cuentos tan famosos como ‘La tristeza’ invita a los narradores a eliminar todo lo superfluo, a centrarse en lo verdaderamente interesante, a no dejar que nada perturbe el objetivo central de la historia.
El papel del arma de Chéjov en la construcción de historias
Evidentemente, la narrativa actual ha variado mucho desde el siglo XIX y hoy los autores tienen una mayor libertad estética y narrativa.
Se podría decir, por tanto, que el arma de Chéjov se ha convertido en un recurso que se puede asumir en distintos niveles, siempre a favor del buen resultado del texto.
¿Cómo se recurre a la propuesta de las pistolas de Chéjov en la literatura contemporánea? Autores y autoras de medio mundo tienen dos premisas claras al sentarse frente al teclado:
La relevancia de cada detalle
Ya que vamos a despejar el texto de todo aquello que no aporta nada, será interesante hacer todo lo contrario con aquellos objetos, lugares, sensaciones… que sí serán relevantes para el desarrollo de la narración.
Obviamente, aquí el autor debe ser precavido y usar el arma de Chéjov de manera sutil, para que ese objeto que tendrá importancia más adelante tampoco parezca claramente el protagonista: conseguirlo adecuadamente es la verdadera muestra de talento de un escritor.
De esta manera, se genera una tensión constante que hace que los lectores mantengan su atención y sepan que cualquier elemento puede tener relevancia, mientras avanzan en la lectura página a página.
Evitar la sobrecarga de información
Por el contrario, conviene «podar el texto». ¿Cómo se hace esto? En una lectura centrada en la corrección, los escritores han de identificar aquellos párrafos huecos, que no aportan nada a la trama y que son simple decorado.
Ver el arma de Chéjov aplicada en ejemplos de la narrativa contemporánea demuestra que los autores se esfuerzan en que todo en el texto aporte algo significativo.
Cómo aplicar el arma de Chéjov en tus propias historias
Piensa en los zapatos rojos de Dorothy en el mago de Oz. Son un elemento maravilloso y que llama la atención incluso visualmente… Y se convierten en el único elemento que permite que la niña regrese a casa. Aunque sea en el cine, esa es una gran utilización del recurso de la pistola de Chéjov.
Para aplicar esta herramienta, los autores deben pensar en su relato, tenerlo claro desde el inicio y saber cuál será el desenlace. De ese modo, podrán trabajar en escenas y descripciones que ayuden a crear expectativas y satisfacerlas a lo largo del texto.
El arma de Chéjov se debe introducir, recordamos, de manera sutil. Y además, puede resultar útil para fortalecer el carácter de un personaje, afinar su descripción y hacerlo más humano.
Con estas herramientas, cualquier relato o novela crece en interés para el público y hará que, tras imprimirla, se convierta en un éxito para tu público.