La elección del narrador es una de las claves del éxito o el fracaso de una novela. Esta voz no solo tiene que ser realista, sino que ha de ser utilizada de manera estratégica para ir conduciendo al lector hasta el desenlace de la historia que quiere contar. Muchos de los escritores que terminan imprimiendo su novela con nosotros para llevarla a su público se han tenido que decidir por un tipo de narrador. Y es muy posible que en sus primeros intentos de escritura se hayan preguntado qué es un narrador omnisciente y por qué interesaría utilizarlo.
Qué es un narrador omnisciente
La Real Academia de la Lengua define omnisciencia como el “conocimiento de todas las cosas”. Gracias a esta definición, no es difícil entender que la narrativa omnisciente es precisamente el uso de una voz conocedora de todo lo que ha ocurrido, y que se puede situar en ese espacio de conocimiento total para contarlo a otros.
Un ejemplo cotidiano de historia con narrador omnisciente es la de aquel amigo que cuenta una anécdota que le ocurrió al ir a comprar, pero que también explica lo que pensó la trabajadora del comercio, el otro cliente, lo que había ocurrido la semana antes y lo que se volvió a repetir días después.
Es un tipo de narrador muy común en la narrativa tradicional, puesto que permite situarse fuera de la escena, como en un plano cenital, y ver cada detalle, acción y pensamiento de lo que ocurre en escena, como si se tratara de una especie de Dios.
Características del narrador omnisciente
Las características que más se destacan cuando se quiere explicar qué es un narrador omnisciente son las siguientes:
- Entre lo físico y lo mental: es frecuente que el narrador omnisciente no solo cuente lo que pasa, sino lo que piensan los personajes, aunque no lo digan. En ese sentido, es capaz de «leer la mente» de las personas que intervienen en un relato, para aportar una mayor carga dramática a los acontecimientos.
- Visión global: aunque existen algunas variantes y digresiones, en general el narrador omnisciente y observador ofrece una visión global, en la que más de uno de los personajes tienen el peso narrativo compartido, aunque pueda narrar en primera persona.
- Explica: esa situación de conocer los hechos —generalmente ocurridos en el pasado— hace que no suela ser una voz que solo muestre lo que pasa, sino que se suele implicar subjetivamente en la manera en la que narra. No sugiere, explica.
Ventajas de usar un narrador omnisciente en una novela
Son varias las ventajas que muchos de los autores que imprimen sus primeras obras encuentran en las características de un narrador omnisciente. De todos ellos, hay tres especialmente importantes:
Objetividad
El narrador omnisciente no suele ser un personaje que participe en los hechos o, de serlo, suele contar la historia desde un tiempo muy posterior a los hechos. Esto contribuye a que su relato sea más objetivo.
Cronología
El narrador omnisciente lo conoce todo, de principio a fin, desde que escribe la primera palabra. Por eso, se puede utilizar este conocimiento para hacer saltos en el tiempo, adelantar acontecimientos, «olvidar» ciertas cosas que se rescatarán después…
Distintos prismas
Por el mismo motivo, no solo se centra en los hechos y sentimientos de una única persona, sino en las de varias, pudiendo utilizar distintas perspectivas para contar la historia. Esta ventaja es clave, sobre todo a nivel estructural, para facilitar el trabajo a los narradores noveles.
Estos son los principales datos que hay que saber sobre qué es un narrador omnisciente y por qué es interesante utilizarlo en un alto porcentaje de las novelas que se publican. Así lo vemos en los proyectos que llegan a nuestras manos y que se convierten en interesantes libros con la capacidad de atrapar a los lectores.