Los personajes de cualquier novela, cuento o relato son las ‘herramientas’ sobre la que los escritores construyen su narración. Sin ellos, es muy complejo crear cualquier historia, puesto que son los que llevan a cabo las acciones, piensan, tienen dilemas o conflictos y, sobre todo, se relacionan con otras creaciones similares.
Por eso, la descripción de personajes es algo que cualquier persona que esté ultimando su obra para imprimir con nosotros debería tener algunas cosas en cuenta a la hora de elegir los tipos de personajes de su novela. Pero no solo eso: deben saber transmitirlo correctamente al lector en su escritura.
Por qué es necesaria la descripción de personajes
La descripción de personajes es imprescindible porque ayuda a que los lectores entren en el relato. Y así, le puedan tomar la mano al personaje de ficción que les va a llevar a lo largo de la aventura.
Saber cómo hacer descripciones de personajes es clave. Nuestros años de experiencia trabajando en la maquetación y el diseño de los libros de decenas de autores nos permiten apuntar algunos motivos:
- El lector se puede identificar: conocer cómo es, piensa y se comporta un personaje facilita que el lector pueda empatizar y sentir como él, haciendo de la experiencia de lectura algo más profundo.
- Adelantarse a ciertas decisiones: ¿cuántas veces hemos determinado cómo se va a comportar un amigo o un familiar ante una situación? Esto también puede ocurrir si se describen bien los personajes y, por tanto, se logra que el lector se implique más en la novela, en la historia, en el desarrollo de los hechos.
- Comprender su mundo interior: la descripción de personaje, especialmente a nivel psicológico y emocional, hace que el lector se haga una composición de lugar de cada sujeto que interviene en la narración. Así, el escritor puede ahorrarse de escribir ciertas sensaciones o pensamientos: el lector sabrá ponerlas por sí mismo, aumentando de manera automática las capas de lectura.
Qué elementos no pueden faltar al describir un personaje
Obviamente, no hay una receta para describir a un personaje. Sin embargo, sí se puede hablar de algunos elementos indispensables que funcionan a la hora de afrontar la caracterización de personajes:
No resultar demasiado explícito
En el momento de la creación de personaje, el autor debe hacer un trabajo extranarrativo y crear fichas describiendo cada uno de ellos con especial nivel de detalle.
Esto, sin embargo, no tiene por qué aparecer en el texto de un modo explícito; unas pequeñas pistas suelen ser suficientes.
Esto es especialmente importante en el ámbito del aspecto físico, puesto que muchos lectores prefieren que el autor no ofrezca demasiados detalles en este sentido, para así construir la imagen del protagonista que le venga a la cabeza a través de sus acciones y pensamientos.
Reinventar los tópicos
Los tópicos están bien y son elementos en los que se puede basar un personaje. Pero esto no puede traducirse en crear personajes arquetípicos, que hoy en día están muy gastados y no suponen ningún reto para el lector.
Apuntar a los detalles
Por el contrario, los personajes suelen tener algún detalle físico o psicológico que los hace diferentes. Este elemento sí debe estar en toda descripción: el tono de su voz, la cicatriz del pasado, el pelo casi blanco o su forma de repetir todas las frases que dice… Esto sí que ayuda a dar color al texto.
Cómo hacer la descripción de un personaje
Existen muchas estrategias para hacer la descripción de un personaje. Y, de nuevo, no existen reglas prefijadas que no convenga saltarse.
Aun así, se puede hablar de dos métodos generales de descripción: la directa y la indirecta.
Descripción directa
En la descripción directa de personajes, el narrador dedica un espacio concreto para mostrarle al lector quién es el individuo que tiene en el papel impreso.
Aunque es la más fácil de incluir, entraña muchos riesgos, pues se puede caer en la hiperdescripción, tirar de demasiados tópicos o resultar incluso aburridos.
Descripción indirecta
Va surgiendo de manera casual, casi a pequeños retazos, complementando la acción. En este párrafo, el autor desliza que su personaje es algo ansioso. En el siguiente, que se pasa la mano por el pelo rubio cuando está nervioso… Así, la composición del personaje es más casual y entra mejor, debido a que está insertada en la propia acción.
Estos son los principales puntos a tener en cuenta sobre la descripción de personajes. Te recomendamos revisar las tuyas mientras que contactas con nosotros para encargar la impresión del libro. Así, todo estará listo para conquistar a los lectores tanto en cuanto al texto como en cuanto al libro físico.