Hay quien opina que un libro de un autor desconocido para el lector se vende, sobre todo, por el diseño de su portada, mientras otros defienden que el título de un libro es lo fundamental para despertar ese interés inicial.
Nosotros distinguimos dos grandes grupos de obras. Por un lado, las tesis doctorales y otros textos académicos, donde el título debe seguir unas normas y adelantar de qué trata el libro, y por otro, todas las obras de narrativa, poemas y cuentos, es decir, los libros que se compran por el placer de la lectura. En este último grupo, no hay normas rígidas sobre cómo se escriben los títulos de los libros, solo una serie de recomendaciones. ¿Cómo elegir el mejor título para tu libro no académico? Vamos a ver métodos que ayudan y errores que debes evitar.
Por qué es tan importante el título de un libro
En la impresión de libros autoeditados, el autor se encuentra con un margen de maniobra tan amplio como abrumador, y el desconocimiento puede jugar malas pasadas a los escritores noveles. Pensemos en los títulos para cuentos dirigidos a niños: ¿es mejor dirigirse al lector o a quien va a comprar el libro? Por supuesto, si escribes para un público infantil o juvenil, necesitas conectar con ellos, aunque no siempre sean tus compradores.
En el caso de los libros dirigidos a un público adulto, la elección del título se vuelve más compleja porque no siempre la fórmula de elegir una breve descripción del protagonista o de la acción principal es la mejor opción. En novelas de misterio o románticas, donde la oferta es enorme, el lector debe elegir entre varios títulos en pocos segundos. Ahí es la seducción o la intriga sobre la trama, conseguida con un título breve (sustantivo o sustantivo adjetivo), lo que dispara un resorte en el cerebro que lleva al posible lector a querer saber más sobre la obra.
Por otro lado, un título corto y fácil de recordar ayuda a vender cuando el lector no ha podido pararse a consultar la sinopsis en ese instante. En estos casos, el título debe ser diferente a las expresiones coloquiales y a las frases hechas. Se han vendido muchos ejemplares de obras gracias a un título ingenioso o con un punto irreverente fue capaz de lograr una curiosidad grande sobre la obra y sobre el autor.
En efecto, despertar interés sobre quién es la persona que se encuentra detrás de una obra narrativa o de un poemario es algo que podemos lograr gracias a un título con un enfoque distinto a todo lo conocido hasta el momento, o casi.
Y es que el título de un libro puede ser suficiente para causar simpatía o rechazo.
Cómo elegir el título de tu libro
Habrás adivinado que el título del libro no es algo que se pueda elegir en un momento. De hecho, recomendamos pararse a pensar en él cuando ya esté listo el manuscrito.
Existen una serie de buenas prácticas para tener más posibilidades de dar con el título que enganche, venda o se haga viral, y unos errores a evitar.
Utiliza una lista
No puedes pretender que las musas lleguen a susurrarte el título ideal, aunque pueda haberse dado algún caso en la historia de la literatura universal.
Crea una lista de títulos y llévala contigo o anota donde sea cada vez que te surge una idea de estas que sí parecen cosa de musas. Cuando estés concluyendo tu manuscrito, podrás ir descartando ya algunos de los posibles títulos de esta lista, basándote en los criterios que vamos a ver en los siguientes puntos.
Valora más de una fórmula
Aunque muchos títulos son cortos y hacen referencia a la trama o al personaje principal, también puedes utilizar un título largo e intrigante o uno ingenioso, incluso crear algo completamente distinto. Lo importante es tener siempre más de una fórmula en la lista de los posibles títulos.
Añade nuevos posibles títulos en momentos diferentes
El brainstorming está bien, solicitar ideas a amigos también, pero no es bueno crear todas las propuestas del mismo modo. Por eso te recomendábamos anotar esas ideas repentinas que pueden ser geniales o un desatino. Ya las evaluarás con calma llegado el momento.
Abandona las ideas fijas
Puede existir un tema que te apasione tanto como para desear que aparezca en tu obra y sea parte del título. Lamentablemente, hay cosas que no venden y otras que, por así decirlo, no encajan. No te obceques, la creatividad es estupenda, pero no asumas que todo el mundo tiene las mismas pasiones que tú.
Presta atención para no defraudar al lector
No importa si eliges un título descriptivo o una original, jamás deberías dejar al lector con la sensación de decepción por haber comprado y leído un libro solo por su portada, o por su título.
Como no estás en la mente de tus posibles lectores, consulta a lectores cero y beta testers qué opinan del título provisional una vez han terminado de leer la obra (en el caso de los lectores beta, cuando ambos hayáis concluido, pues van leyendo casi a la par que creas).
El título de un libro es fundamental, sobre todo en los no académicos. Debe despertar interés por la obra o, por qué no, por el autor. Sin embargo, no existe una fórmula única ni métodos infalibles, de modo que la selección del título debe ser meditada. Te recomendamos ir creando una lista de propuestas donde entre casi de todo, y no comenzar a descartar hasta haber terminado tu manuscrito.