Si quieres saber cómo maquetar un libro para conseguir un resultado profesional, no te pierdas el siguiente artículo en el que te damos todas las claves para hacerlo.
5 principios básicos para maquetar un libro
No todos los libros se maquetan de la misma forma, por lo que aconsejamos dejar esta tarea en manos de un profesional. Si optas por hacerlo tú mismo, no olvides seguir estos 5 principios.
1. El diseño
Antes de comenzar a maquetar tu libro, debes tener en cuenta algunos elementos relacionados con la estructura del libro. Es importante tener claro el tamaño de cada página, si los capítulos llevarán encabezado, si vas a incluir un índice, etc.
Como dato básico, te aconsejamos plantear el texto de manera que comiences en una página impar (la derecha para el lector) y termines con una página impar.
2. Páginas de cortesía
También es habitual dejar una serie de páginas (llamadas de cortesía) que servirán para introducir y añadir información. Ninguna de estas páginas llevará numeración y se pueden estructurar de la siguiente forma:
- Dos páginas en blanco
- Portadilla con el nombre del autor y el título de la obra
- Página de créditos (datos editoriales, ISBN, copyright)
- Dedicatoria
- Índice (opcional)
- Prólogo
- Contenido
- Agradecimientos
3. Márgenes y retículas de la página
Para realizar una correcta maquetación no debes olvidar los márgenes. Para ello puedes consultar con la imprenta a la que vayas a enviar la obra las medidas aconsejadas, ya que estas dependerán del número de páginas o el tipo de encuadernación que necesites.
Por lo general se aconseja que los márgenes externos sean de al menos 5 milímetros y los internos de 15 milímetros.
4. Tipografía
La regla de oro a la hora de elegir el tipo de fuente para la maquetación de tu libro es que sea sencilla y legible.
Nuestra recomendación es utilizar fuentes con serifa, aquellas que tienen un adorno o remate en la terminación de los caracteres, ya que ayudan a que los textos impresos sean más legibles. Las tipografías más adecuadas para impresión son Adobe Garamond, Times New Roman o Baskerville.
Además de la elección de la tipografía, existen otros elementos que aumentan la legibilidad de un texto como pueden ser el interlineado, el tamaño de la fuente o el tracking (la distancia entre caracteres).
5. Líneas viudas y huérfanas
Para llevar a cabo una buena maquetación para imprenta, hay que evitar a toda costa dejar líneas viudas y huérfanas. Una línea viuda es aquella que queda aislada al principio de una página y una línea huérfana es la que queda aislada al final de una página.
Algunos editores de texto como Word pueden evitar la aparición de este tipo de líneas; también se pueden corregir modificando el tracking o la separación de palabras.
Como has podido ver, maquetar un libro es de suma importancia si quieres que tu obra tenga un acabado profesional y legible. Concédele la importancia que se merece a este proceso poniéndolo en manos profesionales o siguiendo los principios de este artículo.